Las cuentas ‘fake’ de Puig y Oltra: deuda desbocada y casi 5.000 millones en entredicho

Mónica Oltra
Ximo Puig y Mónica Oltra.
Ignacio Martínez

Las cuentas ‘fake’ de Ximo Puig y Mónica Oltra: deuda desbocada y casi 5.000 millones en entredicho. El presupuesto de la Generalitat Valenciana para 2022 asciende a 27.967,5 millones pero hay cerca de 5.000 cuya llegada es más que dudosa.

La Generalitat Valenciana ya tiene hechos los presupuestos para el próximo ejercicio de 2022. Los presentó fuera de plazo, pero ha apretado las fechas del calendario para concluir su tramitación antes del próximo 31 de diciembre. En esta ocasión, los presupuestos valencianos los ha elaborado una comisión política de la que han formado parte representantes del PSOE, Compromís y Podemos, los tres partidos que conforman ese Gobierno, a instancia de la vicepresidenta primera: Mónica Oltra (Compromís).

Sin embargo, los presupuestos colegiados de la Generalitat Valenciana han despertado más críticas que alabanzas. Se acusa a Puig, Oltra y Podemos de haber aprobado unos presupuestos ficticios, con casi 5.000 millones de  ingresos que está por ver que lleguen  o no y de los que nada menos que 2.336 millones corresponden a dos partidas que están totalmente en entredicho.

Esos 2.336 millones de euros corresponden a partidas denominadas ‘reivindicativas’. Se trata de partidas que el Gobierno valenciano incluye en el presupuesto, pero que tal vez lleguen y tal vez, no. Una de esas partidas, de 1.336 millones, que se repite respecto al ejercicio anterior, corresponde a la partida reivindicativa de la financiación. Es decir, a la consideración de que la Comunidad Valenciana debe contar con un fondo compensatorio a causa de su infrafinanción. Y otra, de nuevo encaje (al parecer se incorporó poco antes de que esas cuentas quedaran cerradas) es la de 1.000 millones de euros para el fondo de transición hacia la ‘nueva normalidad’. Esta última partida es la que más dudas ofrece. Está en cuestión, porque a día de hoy no está claro que vaya a ser aprobada por el Gobierno de España. Pero pese a ello y a las propias dudas del Ejecutivo valenciano ha sido incluida.

A esa cantidad de 2.336 millones de dudoso cobro hay que agregar otros más de 2.500 millones cuyo ingreso tampoco está claro. Su origen  estriba en que la Generalitat ha introducido en los presupuestos 1.700 millones procedentes de fondos europeos, otros 700 del cobro de desplazados en Sanidad y unos ingresos también cuantiosos por la Dependencia. Ni el cobro de los desplazados ni el de la Dependencia se han llevado a cabo en ejercicios anteriores. 

De hecho, el pasado día 1 de noviembre, el portavoz de Sanidad del Partido Popular en las Cortes Valencianas José Juan Zaplana reclamó a la consellera de Sanidad que exigiera al Gobierno de Sánchez el cobro de los desplazados, pero de 2020 (800 millones de euros, según dijo) y cifró la deuda pendiente de 2021 en 100 millones de euros más. Por tanto, cantidades de dudoso cobro a la vista de los antecedentes.

El problema fundamental es que si esas cantidades, incrustadas en los presupuestos para 2022 no se cobran la deuda de la Comunidad Valenciana seguirá creciendo. Al término de 2020, esa deuda ascendía ya 50.807 millones de euros. Y en el segundo trimestre de 2021, había aumentado hasta los 51.747 millones. Es decir, casi el doble del presupuesto elaborado para el próximo año. La Oposición al Gobierno valenciano no quiere ser partícipe de estas cuentas ‘fake’. Las considera irreales. Tanto Partido Popular como Vox y Ciudadanos se plantean llevar a cabo enmiendas a la totalidad, aunque con casi ninguna posibilidad de que prosperen porque PSOE, Compromís y Podemos suman mayoría en las Cortes Valencianas.

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